sábado, 18 de febrero de 2012

Sobre los omnibus cubanos: ASTRO y la nueva EON


·  Sobre los omnibus cubanos: ASTRO y la nueva EON

Desde este 1ro de enero de 2012, surgió en Cuba la Empresa de Omnibus Nacionales (EON). Según una publicación del principal periódico de la Isla, el diario Granma, esta, puede en gran medida mejorar la transportación de pasajeros entre provincias; pero, creo que, aunque no se mencionó en la entrevista realizada al director de la recién nacida institución, la cual es como fusión de todas las empresas que se dedicaban a este tipo de servicio en el país, otrora Asociación de Transporte por Omnibus, más tarde convertida en Grupo empresarial ASTRO; nada referente al valor de los pasajes según los diferentes destinos, considero necesario comentar seriamente al respecto.
Cuando comenzaron a rodar estos ómnibus de fabricación China, marca YUTONG BUS, luego de un breve período de pruebas, las cuales constituían gratuidad para todas las personas que los montaban; estos autobuses provenientes de la segunda economía mundial, tenían, obviamente un confort especial, a lo que se sumó en muy breve tiempo la puesta en funcionamiento de otros con mejores condiciones pues contaban con reproductora de audio y video así como con baños entre otros servicios. Al publicarse las tarifas de precios, todo el mundo quedó estupefacto, por el cambio brusco, evidentemente, ya que hacía años prevalecía el servicio Regular entre provincias, o sea, con menor calidad. Por ejemplo desde la ciudad oriental de Manzanillo hasta La Habana separadas ambas urbes por aproximadamente  800km, el precio del pasaje regular costaba poco más de 30 pesos y el especial alrededor de 60 pesos, pero este "súper especial" casi lo triplicó, pues desde la llegada de los ejemplares del Gigante Asiático, se elevó a 148 pesos.
Era lógico, que atendiendo al poder adquisitivo de la mayoría de los cubanos actualmente, resultara preocupante la nueva situación, pero también había que entrar a valorar que la nueva oferta más allá de los altos precios, podía  palear sobremanera la crisis con el transporte existente en la mayor de las Antillas; y aunque realmente no ha sido así, sí podemos decir que ha mejorado algo en comparación con años precedentes. Pero... hay que tener en cuenta también otro elemento, estos sorprendentes carros, ya llevan unos años de explotación y van perdiendo confort y belleza, por lo que va devaluándose con el de cursar  del tiempo y esto sugiere, claro está ir devaluando también el precio de los pasajes a los diferentes municipios y provincias cubanas, los cuales se mantienen como el primer día.
Otro elemento a analizar es que se cobra por un pasaje entre las ciudades antes mencionadas siempre la misma cantidad tenga baño o no, y tenga televisor, reproductora de audio y video o no. En Cuba el salario mínimo es 225 pesos y no es nada fácil tener que pagar más de la mitad de lo que se devenga por un mes laborado, y que debe alcanzar para mantenerse por aproximadamente 30 días, para que de contra, no sea un buen servicio lo que se reciba, o al menos no acorde con su  valor nominal, cuando hay veces que las necesidades son las que en muchas ocasiones obligan a los ciudadanos cubanos a trasladarse a la capital del país o hacia cualquier otro lugar de esta geografía caribeña.
Creo que estos temas deben ser analizador por las principales autoridades de nuestro país, para darles solución en el menor tiempo posible y lograr así un mejor tratamiento a nuestro pueblo trabajador.
Parte II
En el mes de enero, por situaciones familiares tuve la necesidad de dirigirme desde La Habana hasta la ciudad de Santiago de Cuba. Compré mi boleto para II frente, porque para la mayor urbe de oriente ya se habían agotado. El viaje fue pésimo. El ómnibus YUTONG, no tenía baño, TV, algunos asientos estaban rotos, se percibían cortinas sucias, etc., y sin embargo el pasaje fue cobrado, por el servicio ESPECIAL. Luego me trasladé hasta Manzanillo, en otra guagua de la misma marca, y fue algo diferente, pues aunque no se brindaba el servicio de baño ni TV, era otro el ambiente, mucho más agradable, pero… igualmente era injusto el precio del servicio, pues no se correspondía el coste con la calidad, sumándole a ello, el exceso de paradas hechas en el viaje y la dilación en cada una de ellas, llegando a demorarse en el camino poco más de 5 horas.
Ya de regreso a la capital, la situación mejoró notablemente, pues, al no tener pasaje reservado para La Habana, compré para el viaje Ciego de Ávila-Manzanillo, y… ¡por suerte!, teníamos dentro del carro (¡YUTONG!) TV, DVD, baño, higiene absoluta, asientos más sanos, y entre otras cosas una caja de agua, aunque esta última se encontraba sin el preciado líquido, vaya usted a saber por qué. Ya en la tierra de la Piña, al cabo de una hora un ómnibus de tránsito TRASGAVIOTA, (ofrece servicio al turismo) cargó para La Habana, y tuve la suerte de irme ahí. Evidentemente este medio de transporte carecía de defectos de todo tipo, al menos a ojos vista; ése sí era un servicio ESPECIAL. Pude percatarme detenidamente en la separación que hay entre un dúo de asiento y otro, y en la capacidad de inclinación que tienen estos para proporcionar mejor confort a los pasajeros. Ahora, ¿por qué los ómnibus de turismo son tan desiguales a los ASTRO? ¿Acaso con el interés de racionalizar se obvió la comodidad de las y los pasajeros? Creo que sí, es evidente, porque no se tuvo en cuenta que miles de personas se trasladan de una ciudad a otra por más de 15 horas diarias, en asientos donde uno no puede a veces ni moverse. Aquella persona que padezca de la circulación, por ejemplo, sabe que tiene que tomar algunas precauciones para evitar serias complicaciones producto a este tipo de situación. Considero que se impone pensar más en el bienestar del viajero, y lograr cobrar el servicio en relación con su calidad. Creo que ese reto lo tiene la EON, espero que pueda revertir esta situación absolutamente en breve tiempo.

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