jueves, 21 de junio de 2012

Sobre la Serie Nacional de Béisbol de Cuba y el equipo de Granma


Sobre la Serie Nacional de Béisbol de Cuba y el equipo de Granma
Desde el comienzo de esta 51 Serie Nacional de Béisbol (SNB) he estado siguiendo sus pormenores, que aunque muchos comentan sobre su baja calidad, en cambio yo opino que en comparación con años precedentes sí ha ganado. Es evidente que aún quedan cosas por hacer, desde la base hasta la cúspide en nuestro país, y entiendo que en ese empeño están las actuales autoridades cubanas. He visto cómo se han proyectado los directivos para limar algunas asperezas, respondiendo receptiva y respetuosamente a las críticas constructivas de nuestra prensa, a mi juicio, ahora más osada. Ejemplos se pudieran citar varios, pero quisiera destacar la reparación de algunos estadios en el país, resaltando el principal de Granma, que era el único hasta hace muy poco que no estada acolchonado, cuestión verdaderamente increíble; también el de Matanzas, majestuoso, por cierto; el de Ciego; y el coloso habanero, el siempre azul, Latinoamericano, entre otros. Pero quedan cosas que empañan nuestra justa y no siempre son dependientes de la situación económica que vive el país, sino de la capacidad de dirección y visión de algunos responsables de la SNB cubana. Me estoy refiriendo, por ejemplo, a la prohibición de no jugar en el horario nocturno para ahorrar corriente eléctrica, medida esta muy inteligente y además necesaria hace aproximadamente dos años atrás, cuando el despilfarro de ese tipo de energía tomó en nuestro país un papel protagónico. Ya lograda mayor conciencia tanto en el sector empresarial como en el residencial, creo que se imponía no ser en este tema tan esquemáticos, hasta el punto de impedir que varios juegos llegaran a su final por oscuridad, aún estando en parques de cabecera de provincia, los cuales hoy tienen las condiciones necesarias para ello, exceptuando al de la joven Artemisa. El colmo fue escuchar en la voz del comentarista Pável Otero, quien junto a su colega Héctor Villar, narraban para Canal Habana, el juego 96 entre Industriales y Las Tunas, que se había autorizado encender las luminarias en caso de ser necesario, por oscuridad natural, pues los máximos responsables del estadio así se lo habían informado. No ataco para nada al comunicador sino a su comunicado, pues para mi es excelente y comparto muchas de sus ideas, pero creo que… se hubiese ido al extremo, de no haber sido adoptada tal decisión. Entiendo que para la venidera contienda, se debe analizar este tema con profundidad y revocar o modificar la regulación que ampara tal medida, con el objetivo de dar mayor colorido y belleza, sumando a esto que la exposición de los participantes al sol diariamente, es perjudicial para la salud de ellos, máxime porque comienzan al medio día, exceptuando a los que tienen la suerte de estar donde la TVC va a trasmitir, que usualmente es en la noche. A lo mejor habría que trazar otras estrategias para que al país le cueste menos el consumo eléctrico de los estadios, demás gastos de la SNB y hasta del deporte cubano en sentido general; por ejemplo, se pudieran aumentar los precios de las entradas a los estadios, pues al final es un espectáculo más que se va a disfrutar, amén de que se trate de nuestro deporte nacional, porque estamos en un momento de perfeccionamiento de nuestro modelo económico. Creo también que quitarle al estado tan sentido peso, le haría muy bien, pues con lo recaudado, igualmente, se podría facilitar la reparación y/o conservación de esas instituciones, como ocurre en otros sectores de nuestro país. Llama mucho la atención, y lo tomo como paradigma, el Teatro Manzanillo, el cual es joya arquitectónica de la ciudad homónima, recuperada en 2002, pero que a 10 años de su reapertura se encuentra, considero, mejor que cuando volvió a abrir las puertas al público, esto, evidentemente, debido al mantenimiento oportuno y profiláctico de toda la instalación, así como a la gran capacidad de dirección de sus principales jefes, al elevado sentido de pertenencia y nivel de la responsabilidad de sus trabajadores. Cabe dilucidar, que para disfrutar de una puesta en escena, en ese centro cultural de la “Ciudad del Golfo de Guacanayabo”, existe una política de precios muy bien ajustada a la objetividad, que permite lograr lo anteriormente expuesto en lo que a preservación y cuidado de la sede se refiere. Hace unos días presencié el excelente espectáculo “Amigas” del “Ballet List Alfonso” y pagué 20 CUP por sentarme en la platea baja, principal lugar, desde donde se aprecia el espectáculo con absoluta calidad, habían otras ofertas en el mismo coliseo, pero en otras locaciones, a precios más bajos; como dice el periodista Reinaldo Taladrit en su programa: “…saque usted sus propias conclusiones”.
La idea está trasmitida; pagar 0.50 centavos para ver un juego de pelota en la noche, por hasta más de 4 horas no significa prácticamente nada, comparado con el gasto milenario que genera uno solo de ellos, y aunque es cierto que la solución no es subirle los precios a los productos para dañar aún más a los clientes, sí creo que se impone, al menos, garantizar en menor medida los subsidios para este tipo de actividades, porque si se lograra aumentar los ingresos, se pudieran financiar mejor los eventos y demás actividades, relacionadas o no con nuestro pasatiempo nacional; no es un secreto para nadie que de la manera que fluye todo actualmente, se gasta mucho más de lo que se ingresa, y ahí están las pérdidas que lastran nuestra economía y que a su vez generan igual resultado en los seguidores de ” la pelota ” cubana. Nadie puede pensar que a este ritmo se puede avanzar mucho, porque “la cuenta no da” como versa este viejo adagio, ya que se impone, entre otras cosas, mejorar las condiciones de los estadios, asimismo mejorar la calidad y estética de los uniformes (incluyendo el aumento de los ejemplares), y el tratamiento y estimulación a los peloteros (sobre lo cual comentaré más adelante); también pienso que estos puedan hacer contratos en el exterior sea o no en “Las Grandes Ligas”, siempre que los contratistas no violen nuestros principios, ni ultrajen nuestros preceptos y convicciones políticas, claro está, que de no aceptar estas personas nuestras condiciones, otras variantes se pudieran buscar para lograr en definitiva, que nuestros peloteros jueguen en gramas internacionales.
Otro elemento a tratar es lo referente al vigente y obsoleto sistema de clasificación, el cual se debe modificar o perfeccionar, pues además es injusto, si tenemos en cuenta que no logran llegar a la postemporada verdaderamente los mejores equipos, el ejemplo tangible más reciente es el hecho de que el equipo de Santiago de Cuba no haya clasificado, aún habiendo tenido mejores resultados en cuando a ganados y perdidos que el de Sancti Spíritus. No entiendo por qué hay que dividir por zonas las clasificaciones si este torneo nacional es relativamente pequeño y se juega  con el modelo todos contra todos. No soy experto en el tema, mejor, un simple aficionado, pero creo que esto cabe más en los eventos internacionales de grandes dimensiones, y ni siquiera de esta manera, pues cuando se dividen por grupos, clasifican los mejores de estos, pero solo se enfrentan los equipos que pertenecen a un mismo módulo, y como se conoce no es el caso de nuestra SNB, pues son 96 juegos (antes de la serie 51 eran 90), y cada equipo juega 6 partidos con cada uno del resto de los participantes en el concurso deportivo.
Tengo el parecer de que aún prevalecen obstáculos eliminables, que independientemente de que en algún momento hayan tenido su justificación, ya dejamos atrás la hora de prescindirlos aunque todavía queda tiempo.  Me estoy refiriendo, conjuntamente con los ya tratados, a otros sobre los que ya hice mención pero muy sucintamente, como la atención integral a nuestros peloteros. Sabemos todo el esfuerzo que se realiza para mejorar cada día más en estos aspectos, pero es insuficiente si tenemos en cuenta el sacrificio, la entrega, la abnegación de estos por un período de seis meses aproximadamente, para brindar espectáculo a la afición cubana y prepararse para compromisos internacionales, donde desde hace mucho no se llega a lo más alto del podio, debido en gran medida, opino, a situaciones como estas precisamente, las cuales constituyen causas fundamentales de este problema a combatir, pues genera amargor, inestabilidad emocional, mala salud, en fin, dantescos resultados. Es una pena que muchos de los protagonistas de nuestra SNB tengan que vender, ejemplifico, sus latas de refresco gaseado (diariamente les dan 6) para poder complementar la manutención de ellos y de su familia, pues no es secreto que los salarios nominales en nuestro país son exiguos. Creo también que debe ser difícil para los de talla internacional, la convivencia en competencias fuera de nuestras fronteras con sus similares de otros equipos nacionales, pues es demasiado evidente el superior nivel de vida de estos. Con lo anterior no pretendo dar a entender que se elimine la condición de Amateur a nuestro deporte, pero sí que se haga todo cuanto se pueda por mejorarle las condiciones de vida y de trabajo a nuestros deportistas, los cuales han llevado  a Cuba a la élite mundial.   
GRANMA  ¿por qué GRANMA?, en primer lugar porque es el equipo que por antonomasia defiendo, y con el cual me siento representado, a partir de que soy nativo de esa oriental e histórica provincia. En segundo lugar, porque ha sido merecedor (el conjunto) de muy poco apoyo  de la crítica, especializada o no, de fuera de sus límites. Recuerdo que al inicio de esta SNB, no se daba como posible a clasificar a la postemporada a este equipo, cuestión esta que nunca entendí, porque el simple hecho de no contar con Ciro Silvino Licea, Yohenis Céspedes, Carlos Barrabí, y otros de mayor o menor importancia en el equipo, no era motivo para determinar que este no clasificaría, pues aunque sin bajas, lo mismo se decía en la serie de Oro. Tanto en esa, como en la 51, clasificó, contra todo pronóstico, y en ambas ocupó el 4to escaño, lo que demuestra, al menos estadísticamente, o en lo que a resultado final se refiere, un sostenido buen desempeño. Al comenzar esta ya finalizada serie “los alazanes” fueron dando síntomas de buena salud, pues comenzaron tan bien que fueron de los 17 equipos, los primeros en llegar a 10 victorias ¿recuerdan?, lo cual mereció una entrevista por el diario Granma, al mentor del seleccionado, el compañero Indalecio Alejandrez llamado por el mismo rotativo “el más desconocido de todos los debutantes“. Aquí me quiero detener, ¿por qué el más desconocido? ¿Acaso no se tuvo en cuenta para publicar esa opinión que este señor fue pelotero, softbolista, y llegó a ser director del equipo Cuba de este último, además de tener excelentes resultados como máximo responsable del equipo de Granma, también en el softbol? Entiendo que cualquiera no dirige un equipo nacional y menos para representarnos en el exterior, pero si le llamamos desconocido, se impone apellidarlo diciendo que es en el béisbol, pues fue donde menos desempeño tuvo. Luego de la entrevista realizada al mánager granmense, a muchos les llamó la atención la cadena ininterrumpida de derrotas que sufrió el equipo dejando un saldo de tres barridas, más otra subserie perdida, todo de forma consecutiva; pero… ¿alguien se preguntó por qué estos funestos resultados? ¿A alguien le pasó por la mente que se debía  a otra cosa que no fuera la mala calidad del equipo, o que realmente ya estaban demostrando su verdadera cara? Creo que sí, pero fuera de la provincia, a muy pocos. Estando en la capital del país, fui testigo de lo anterior pues casi absolutamente se asociaba  el mal resultado del equipo a sus verdaderas condiciones y posibilidades, algo así como dando a entender que el que había ganado primero 10 partidos, no era Granma y el otro sí. Sin embargo en constante comunicación telefónica, establecida con amigos y colegas del terruño, me convencía que primaba un ambiente de preocupación en los aficionados, porque consideraban que se debía, y así lo creí también, a problemas internos del conjunto, que no eran precisamente incapacidades ni ineptitudes de nadie, e incluso, podían asociarse a la nueva dirección del seleccionado, ya que al predominar mayor exigencia, control, rigor y rectitud para lograr disciplina y buen rendimiento, se generaría cierta resistencia dentro de este, o al menos cierta dificultad para asumir los cambios que para bien de los surorientales vinieron. Ciertamente luego de esta debacle se hacía impensable lograr la clasificación de los granmenses a los “Play Off”, pero demostraron que sí era posible y que “a pesar de todo” serían capaces de tener la misma cantidad de ganados y perdidos que los equipos de Ciego de Ávila y Cienfuegos, casi igualados con Las Tunas, y mejor que Sancti Spíritus. Entonces, pregunto nuevamente, ¿alguien pensó que para Granma habría sido tan agobiante la etapa final de clasificación, si hubiesen ganado al menos un juego de las subseries que perdieron en forma consecutiva 0-3 al inicio del campeonato? Seguramente que no, sin embargo, todavía se dice que el culpable de que Santiago no haya clasificado es el “débil” Mayabeque. Respeto todos los criterios, yo doy los míos, pero esto es un aberrante error porque, ¿qué habría pasado si Granma hubiese estado siempre delante de Santiago, aunque fuera un solo juego, como realmente terminó? ¿Los comentaristas iban a girar sus opiniones alrededor de que si resbalaba Granma, entonces Santiago podía clasificar? Supongo que…, bueno, me lo reservo.
Me reservo también, lo que pienso sobre cómo reaccionan los aficionados granmenses en el “Mártires de Barbados” de Bayamo cuando está perdiendo su equipo, cuando cometen errores a la defensa, o su ofensiva está pobre. Las injurias que se dicen, las cosas que se hacen y las que no, caen muchas veces en faltas de respeto, y dejan ver facetas que no forman parte de la cultura granmense, además de que las autoridades que tienen la responsabilidad de garantizar el orden público, se comportan muy pasiva y neutralmente, esto se queda como tarea para la venidera SNB, tanto para autoridades políticas y gubernamentales, como para pueblo en general.
En definitiva, este oriental equipo, aunque le falta mucho por mejorar a la defensa, en el picheo, y sobre todo, la DISCIPLINA aún más, de cualquier manera es un conjunto que sabe darle simetría y belleza a cualquier espectáculo deportivo y proporcionarle  un susto a cualquiera, lo demostró en esta y en la pasada serie. “CONTRA VIENTO Y MAREA DE OPINIONES, JUICIOS, TESIS”, supo demostrar que, a pesar de sus deficiencias, son un equipo de “Play Off”, por tanto un buen equipo, con el que hay que contar más y de quien hay que referir mejor, no obstante haber tenido un desplome sin precedentes frente a un equipo Ciego de Ávila en la final oriental  desbordado de buen rendimiento, a la postre Campeón Nacional, muy bien merecido. No por haber sido atacados por “los tigres avileños”, de la manera que ocurrió, va a perder el lugar de honor que merece, como quiso dar a entender el periodista Aliet Arbola Lima, quién en la publicación suya en el Granma el pasado viernes 8 de junio de 2012, titulada “Honores bien ganados”, habló de solo 3 de los cuatro grandes,  también de otros que clasificaron a la postemporada y algunos que no, pero que su desempeño en la SNB fue bueno. Realmente del 4to lugar nacional no comentó ni un ápice, lo obvió, como si este hubiera llegado a ese escaño por casualidad y no por merecimiento justo. Comentario de excelencia y apegado a la realidad objetiva, fue el del compañero Héctor Rodríguez, publicado en el mismo diario pero el sábado 9 del mismo mes y año, con el título “Campeón con mucho mérito”, el cual sugiero leer y analizar detalladamente. Granma se desplomó ante Ciego, pero… le ganó dos, aboliendo el 4-0 o 4-1 que le pronosticaron ¿por qué?, por su probada calidad, asimismo, estuvo a punto de ganar un tercero, el cual constituyó preocupación para muchos pues en el noveno dos grandes, el recordista nacional Alfredo Despaigne y otro grande, Urmaris Guerra, cerraron a una carrera el partido que dominó en todo momento el estelar Vladimir García. Una vez más fallaron los pronosticadores, que definitivamente acertaron luego de tantas y tantas hendiduras en las profecías. Me sumo al criterio emitido por la periodista Julia Oscendi, la cual, en su reportaje, al concluir la final de Oriente, utilizó el adjetivo de INTRÉPIDOS, para referirse a los jugadores del equipo de beisbol de Granma.
Definitivamente mis felicitaciones, las de los manzanilleros, los granmenses y cubanos en sentido general, para todos los de la “tierra de la Piña”, por sus éxitos.
Ahora, la exhortación es a luchar por conquistar más calidad, mejor desempeño y proveer de mayor brillo a las venideras ediciones de nuestra SNB desde la plataforma hasta el pináculo. Volteemos nuestros modos de concebir las cosas; trabajemos más por alcanzar nuevas metas; desempeñemos nuevos y más efectivos roles; seamos más modestos siempre, máxime en los partidos y ante la afición beisbolera; seamos menos agresivos de carácter, con el equipo contrario; demostremos siempre que estamos en armonía amén de las características de los partidos; no manifestemos malos sentimientos para con el contrario; no seamos irrespetuosos nunca. HAGAMOS DE NUESTRA SERIE NACIONAL DE BEISBOL, UN ORGULLO NACIONAL PARA LOS CUBANOS.

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