miércoles, 4 de julio de 2012

La restauración de Bayamo… ¿llegará a Manzanillo?


La restauración de Bayamo… ¿llegará a Manzanillo?
Con beneplácito recibí la noticia que, como parte de la celebración del nuevo onomástico de la fundación de la ciudad de Bayamo, se acometerían allí varias tareas de restauración de obras. El informe fue portentoso porque esa villa oriental a partir de la década del ochenta, evidentemente luego de la penúltima división político-administrativa, tomó una brillantez esplendorosa, hasta el punto de convertirse hoy día en una de las urbes más hermosas de nuestro país, sumado al desarrollo económico que tiene fundamentalmente en la industria láctea. Sin lugar a dudas, esto constituye para los granmenses algo muy importante, porque su capital regional podrá ser aún más bella pero… creo que debería ser también una prioridad para las principales autoridades políticas y gubernamentales de Granma, que la ciudad de Manzanillo, la cual es la segunda en importancia y más densamente poblada de la provincia, hoy tiene un Centro Histórico Urbano en peligro de extinción, a partir de que en él predominan construcciones de antaño de rico valor patrimonial, predominando los estilos Ecléctico y Neoclásico.
 En una conferencia ofrecida por el compañero Matilla, director de la oficina de Patrimonio en la “Ciudad del Golfo”, explicó que hoy se valora la posibilidad de que esta sea la más ecléctica de las ciudades cubanas seguida por la “Perla del Sur”. Sería doloroso que, por no tener un programa aprobado de restauración de inmuebles de esta índole, perdiéramos tanta riqueza cultural, pues ya son varios los edificios que se han derrumbado, además de los que están en riesgo por estas mismas causas. Tengo entendido que los proyectos están hechos por los especialistas de la Oficina de Patrimonio, y que al ser designado el actual primer secretario del PCC, compañero Idel Marrero, tuvo mucho interés en estos temas, hasta el punto de enviar a La Habana una comisión, para lograr algo similar a lo que hace la Oficina del Historiador de la Ciudad, en su intención de recuperar las obras de corte colonial que atesora la capital de todos los cubanos; lamentablemente ha sido exiguo el apoyo de quienes tienen el poder de decisión, pues pasan y pasan los años y en la vetusta tierra de Blas Roca Calderío, se hace muy, muy poco para devolverle la belleza y el fulgor que siempre tuvo.
Hoy existen algunos proyectos aprobados, como la reconstrucción del parque central y sus alrededores, pero tengo la esperanza de que no ocurra como con el paseo Martí, el cual inició su obra, hace alrededor de un lustro, y ni siquiera las primeras tres cuadras se han terminado. Lo mismo ocurrió con el “más moderno acueducto del país”; con el círculo infantil de la comunidad de “La Pesquera”; con el tan anhelado edificio 18 plantas… en fin, pero como siempre esperamos algo mejor, y que se rectifiquen los errores a tiempo, existe la expectación de que Manzanillo, pueda ver resurgir su brillo e importancia y se convierta en la joya del oriente que siempre fue.
 Creo que se impone la revisión de estos temas por todas aquellas personas que tengan la potestad para ello. Considero que ya es la hora de que Manzanillo logre ser otra vez “Manzanillo”, insisto, otra vez, que se tenga en cuenta, que no se discrimine, que se desarrolle, que crezca. La voluntad de los Manzanilleros está, así como el deseo de mejorar, solo queda el interés y el apoyo externo para poder concretar si no todos, al menos gran parte de los proyectos que para bien de los manzanilleros se crean.